miércoles, 18 de julio de 2012

Y ¿ahora qué?

Pues, ahora se me presenta un dilema... ¿Sigo escribiendo en este blog lo que Dios le de a entender a mis gónadas, desvirtuando así el  propio propósito principal, o le doy carpetazo e inicio un nuevo espacio en el que verter dicha producción gonadal?

Lo mejor para decidir estas cosas es echar mano de la herramienta clásica de la toma de decisiones: papel, lápiz, raya en medio y dos columnas: ventajas e inconvenientes.

Ventajas de seguir escribiendo en este blog:
  1. Ya está en marcha, tiene cierta antigüedad y por tanto no necesita posicionarse de cero en los buscadores para encontrarlo. Si pones el título en google, este blog es el primero que aparece... Sí, sí, muy obvio, pero antes no era así.
  2. Me obliga a mantenerlo en activo. De lo contrario, en algún momento me lo cerrarán y se perdará todo lo escrito, cuando los gestores del dominio vean que ya no registra actividad alguna.
¡Mierda!, ¿sólo dos? A ver los inconvenientes:
  1. El título (o al menos el subtítulo) no tendrán relación alguna con el contenido. Eso no me gusta. Es como si ofreciera un libro de cocina y que luego me pusiera a hablar de fútbol o de cualquier otra cosa.
  2. Tengo el título perfecto para el nuevo blog: "Te vas a reír lo que ha pasado".
¡Mierda, sólo dos también...!